La etapa del embarazo sienta tan bien! (No se puede generalizar, a veces no todo el mundo la disfruta tanto), pero yo la recuerdo con mucho cariño, y aunque muy cansada, me encontraba muy muy muy bien.

Cuando una embarazada viene al estudio, se cambia y se apoya en la pared para ser fotografiada, qué decir, las encuentro a todas preciosas. Suelo empezar las sesiones más o menos igual, de este modo. Empiezo con la mamá embarazada y el futuro papá está en el sofá, mirándola. Disparo unas cuantas y siempre me giro para mirarlos, están embobados mirando a la que será la madre de su hij@. No falla, siempre siempre siempre están embobados.

Y es que el embarazo hace a las mujeres aún más bellas :)

Viendo este reportaje estoy segura que no me llevaréis la contraria. Os traigo una pareja que están apuntito de ser papás, pronto tendremos a su pequeño T en el estudio para fotografiar cada rinconcito y que tengan un recuerdo precioso de sus primeros días de vida.

Si estás embarazada, no te lo pienses, fotogafía el cambio tan increíble que ha hecho tu cuerpo,  viendo el resultado, te verás preciosa.

TRIANA. Un nombre especial, precioso, dulce. Me pareció tan bonito cuando su madre me lo dijo antes que naciera.

Y realmente ese nombre era para ella, porque no podía ser más bonita y preciosa. Y no lo digo por decir no. Dicen que todos los bebés se parecen, que son más o menos iguales. Y yo los encuentro a todos tan distintos, tan singulares.

Será que vivo enamorada de esas personitas diminutas tan tiernas que dependen tanto de nosotros. Qué sé yo, pero cada vez que una familia confía en mi para que fotografíe los primeros momentos de su pequeñ@, a mi se me salta el corazón!

Fue una sesión muy tranquila, Triana me dejó fotografiarla dormida, despierta y con sus padres, quedando un reportaje así de bonito :)