Hoy subo una sesión que me encanta. Me encanta. ME ENCANTA.
Todas las sesiones newborn son especiales, no hay una que no recuerde por algo. Los bebés son fascinantes y eso hace que trabajar con ellos sea siempre un aliciente para tener ganas de empezar una nueva sesión.
Pero es verdad que por alguna razón, algunas sesiones las recuerdas con especial cariño. En ésta me encontré especialmente cómoda, Jan se protó como un ángel y me dejó hacer y deshacer.
No puedo estar más contenta con el resultado porque en las fotografías se respiran los sentimientos que hay entre ellos. De los papás con Jan y de los papás entre ellos. Todo está en sincronía, todo encaja, todo fluye, y la verdad es que no hace falta más que mirar el resultado para darse cuenta el amor que se respira entre ellos.
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