Ser mamá por segunda vez

Fecha de publicación: 29/09/2016

La verdad es que hoy tengo trabajo... Algunas cosas pendientes en las que me cuesta no pensar y por las que ayer por la noche no podía dormir. porque quería que estuvieran hechas. Me iría bien tener el día para hacerlas, pero sabes...? He pensado que hoy el trabajo espera, porque la vida es más importante, y hoy le dedicaré el día 100% a mi hijo mayor.

mama con sus dos hijos

 

Desde que nació Álex (mi pequeño rubiales) hace dos años casi y medio, creo que he tenido muy poquitos momentos solo con Xavi (mi mayor).

Antes de nacer Álex hacía todo con Xavi, era mi único hijo y mi relación con él era de madre y de amiga. Era amiga de un renacuajo de dos años y medio al cual le dedicaba todo mi tiempo libre, que era bastante ya que todas las tardes las pasaba con él. Y me encantaba :)

Cuando estaba a punto de dar a luz a Álex, mi intención era no dejar de hacer todo aquello con Xavi. Sabía que esatría Álex y que lo querría mucho, que cuidar a un bebé no era tarea fácil, pero que conseguiría mantener muchas de las cosas que hacía con Xavi. Pero os soy sincera, no fue así.

Realmente tener un bebé recién nacido y un niño de dos años y tres meses, no es como se dice aquí "bufar y fer ampolles", nada fácil vaya.

hermanos pequeños mirandoseXavi de repente se había hecho mayor "mayor?!" con solo dos años y tres meses, al lado de Álex lo veía tan grande... Pero sabes, ahora que Álex tiene dos años y medio, me doy cuenta que Xavi era aún un bebé.

Mi vida cambió, y con ella mis perspectivas. No podía hacer nada de lo que había "previsto" antes de nacer Álex. No tenía tiempo, me demandaba pecho cada hora y media como mucho, y lo hacía día y noche. Estaba cansada y con Álex en brazos mi disponibilidad para Xavi era mucho menor de lo que había pensado.

Me entristecí tanto, tanto tanto, que tengo que reconocerlo, llorar me consolaba. Así pues, la depresión postparto de la que tanto había dudado, ahí estaba. Y no porque nada hubiera ido mal o porque tuviera mastitis y problemas con el pecho o porque no tuviera ni un minuto para mi. NO. Ahí estaba porque veía que cada vez me distanciaba más de mi mayor, el que era mi TODO, y ahora seguía siéndolo pero con otro TODO rubiales en casa :)

Fue duro, estaba feliz porque tenía dos chiquitajos, le había dado un hermano a Xavi y había hecho nacer otra personita a la que cada día quería más y más. Pero estaba fatigada y no sabía cómo gestionar la situación para poder seguir igual con Xavi y crear una relación igual de fuerte con Álex.

peque sentado en los pies de su mamá

Queréis que os cuente el final de la historia? Pues resulta que el tiempo lo fue puniendo todo en su sitio, Álex fue creciendo y con el paso del tiempo fui gestionando mis emociones y entendiendo que tenía dos hijos (que resulta obvio lo sé!) pero una tiene que acostumbrarse y asumirlo. Asumir que sigues siendo una solo madre y tienes ahora no un hijo sino dos. No eres una superwoman que pueda multiplicar su tiempo sus manos y su dedicación. Sigues siendo tu, la madre que dió a luz a su primer hijo y que ahora ha tenido la bendición de poder dar a luz a un segundo. Un segundo hijo, un hermano para el primero.

familia estirada abrazandose

El amor se multiplica, ahí si que somos seres increíbles, porque aunque al principio te parece imposible querer tanto a alguien como a tu primer hijo, te aseguro que al segundo lo vas a querer igual. Generas amor por todos lados y os digo... Ahora me resulta extraño estar solo con uno. Son como un pack, mi pack de dos, mis dos locos bajitos.

Han sido dos años duros, pero han merecido mucho la pena, ahora tengo dos tesoros, que me dan trabajo, claro que sí, pero que me han hecho ver que soy afortunada por tenerlos, por quererlos tanto y por poder disfrutarlos cada día.

Mami, sea cual sea la situación en la que estés, eres absolutmanete increíble.

 

 



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