A Martina la vi en la barriga de su mamá. Fotografié a su familia cuando faltaban pocas semanas para salir. Fuimos a hacer una sesión de embarazo de exterior y la verdad que aunque no es lo que más me piden. Me encaaaaanta. Fotografiar embarazadas en plena naturaleza es fantástico, y si admeás ya tienen un peque en la familia, aún más!

Martina durmió, si que durmió! Pero también tuvo ratitos de ojos abiertos, y los aproveché al máximo :) Cuando los bebés duermen puedes ponerlos en ciertas posiciones que cuando están despiertos no se puede. Pero hay veces que los bebés, aún despiertos, se mantienen quietos en la posición que se los pone, y eso, eso eso eso eso es fantástico, me encanta y lo encuentro muy curioso.

Lo mejor para fotografiar bebés tan chiquititos es que vengáis al estudio cuando apenas tengan 10-12 días. Por ello lo mejor es reservar, a poder ser, antes de dar a luz. Cuando son chiquitines, tengan o no tengan el sueño más ligero, siempre hay algún ratito de la sesión en que los pillamos dormidos, y por tanto los podemos colocar en posciones tan bonitas como las que os dejo a continuación.

Estoy segura que la familia de Martina se lleva un recuerdo precioso para toda la vida, del momento tan especial que han vivido. Os dejo con ellos